Páginas
▼
viernes, 13 de junio de 2014
“ El valor de una mujer, no se mide con dinero, no se mide con posesiones, no le puedes ofrecer más que amor. Teniendo amor la mujer no vacila en entregarse, no teme a lo que venga, no se cierra el corazón. Porque cuando una mujer ama, pasa por encima de todo, incluso de sí misma, para entregar todo, simplemente todo lo que hay en su ser. Por eso el valor de una mujer no puede medirse con cosas superfluas, porque la mujer que se entrega por valores materiales es aquella en la que simplemente no existe la palabra AMOR. ”

oracion>:Gracias por este nuevo amanecer. Gracias por este nuevo empezar. Gracias por tu presencia. Quiero sembrar paz, solidaridad, compasión por todos nuestros hermanos. Quiero vivir este día como si fuese el último, con la certeza de haber sembrado un poco de amor en los corazones de todas aquellas personas que se cruzaron por mi camino. Gracias Señor por darme esta nueva oportunidad de vida

PARA REFLEXIONAR

HABLAR es fácil pero CALLAR requiere prudencia y dominio
HABLAR oportunamente, es acierto.
HABLAR frente al enemigo, es civismo.
HABLAR ante la injusticia, es valentía.
HABLAR para rectificar, es un deber.
HABLAR para defender, es compasión.
HABLAR ante un dolor, es consolar.

HABLAR para ayudar a otros, es caridad.
HABLAR con sinceridad, es rectitud.
HABLAR de sí mismo, es vanidad.
HABLAR restituyéndote fama, es honradez.
HABLAR disipando falsos, es conciencia.
HABLAR de defectos, es lastimar.
HABLAR debiendo callar, es necedad.

HABLAR por hablar, es tontería.
CALLAR cuando acusan, es heroísmo.
CALLAR cuando insultan, es amor.
CALLAR las propias penas, es sacrificio.
CALLAR de sí mismo, es humildad.
CALLAR miserias humanas, es caridad.
CALLAR a tiempo, es prudencia.
CALLAR en el dolor, es penitencia.
CALLAR palabras inútiles, es virtud.
CALLAR cuando te hieren, es santidad.
CALLAR para defender, es nobleza.
CALLAR defectos ajenos, es benevolencia.
CALLAR debiendo hablar, es cobardía.
Debemos aprender primero a CALLAR para poder HABLAR luego, pero siempre con acierto y tino, porque si HABLAR es plata, CALLAR es oro.
Recuerda siempre: Que tus palabras sean más importantes que el Silencio que rompes.
