Es una verdad que el sufrimiento
nos hace más profundos,
que da más brillo a nuestros colores,
proporciona una resonancia
más rica a nuestras palabras.
Es decir, si no nos destruye,
si no aniquila nuestro optimismo
y nuestro ánimo,
¡nos da la capacidad de imaginar
y de valorar las cosas simples !
No hay comentarios:
Publicar un comentario