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viernes, 4 de enero de 2013

REFLEXIÓN PARA HOY

DIOS, HE LLORADO TANTO

Le dije a Dios: «Dios, tengo muchos problemas que me hieren el alma».
Y Dios me dijo: «Lo sé».
Le dije a Dios: «Dios, en estos días he llorado tanto».


Y Dios me dijo: «Para eso es que te di lágrimas hijo mío».
Le dije a Dios: «Dios, siento desfallecer, me siento deprimido, me encuentro sin aliento de seguir».
Y Dios me dijo: «Es por eso es que te di el brillo del sol».

Le dije a Dios: «Dios, siento que la vida se vuelve más difícil cada día que pasa».
Y Dios me dijo: «Por eso es que te di a seres queridos y amigos».
Le dije a Dios: «Dios, mi ser más querido murió».

Y Dios me dijo: «El mío también».
Le dije a Dios: “Dios, siento que ha sido una pérdida tan grande que he tenido”.

Y Dios me dijo: «Vi al mío clavado en una cruz».
Le dije a Dios: «Dios, pero tu ser más querido vive».

Y Dios me dijo: «El tuyo también vive».
Le dije a Dios: «Dios, duele mucho».
Y Dios me dijo: «Lo sé… y pero estoy contigo».


Dios no creó el sufrimiento ni tampoco creó el dolor, 

Dios creó corazones fuertes para soportar el 

sufrimiento y el dolor.

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