Orden divino
El orden divino prevalece en mi vida, y siento gratitud.
Cuando enfrento retos, a veces el buscar el consejo de los demás puede ser confuso. En vez de pasar mi tiempo buscando ayuda exteriormente, determino confiar en el orden divino. Al orar, recuerdo que el orden divino prevalece por siempre y por doquier. Los pensamientos resistentes o rebeldes se aquietan, y permanezco receptivo a la sabiduría infinita en el silencio.
La confusión se disipa cuando reconozco la inteligencia de Dios. La Mente Divina tiene una solución precisa para cada problema.
Y recuerdo que soy uno con la Mente Divina. Al aquietarme y permanecer receptivo, las ideas surgen y estoy listo para tomar acción. Cuando pongo a Dios primero, el orden divino prevalece en mi vida y siento gratitud.
El buen dirigente sabe mantener el orden.—Proverbio 28:2
Bendiciones,