Para aquellos que pelean todos los días para mantener el peso perdido, la Navidad y su interminable agenda de compromisos representa un reto que muchas veces parece imposible de sobrellevar.
Compartimos con nuestros lectores los 10 mandamientos para mantener (¡o por lo menos intentarlo!) el peso en Navidad. Si le sirven de algo, péguelo en la puerta de su nevera.
1. Me pesaré una vez a la semana:
La balanza le dirá si se ha salido del camino. Ya conoce el truco: el mismo peso, a la misma hora y el mismo día de la semana. Lleve los controles adecuados y si aparenta que ganó algunas libras gracias al último aguinaldo de la oficina, se esfuerza más en la siguiente semana.
2. No dejaré de hacer ejercicios.
Los ejercicios no sólo queman calorías, también ayudan a controlar el peso si se hacen como parte de una rutina regular. Como amanece más tarde, oscurece más temprano y lo invitaron a la entrega de angelitos, se hace el remolón y cae en la tentación de dejar el ejercicio para después…y llega enero. ¡Y a duplicar horas de gimnasio!
3. No me olvidaré de los gustos
De vez en cuando me daré un gusto, aunque sea pequeño. Probaré de aquí y de allá, conociendo mis límites. Me acordaré de masticar despacio para que la sensación dulce permanezca por más tiempo.
4. Nunca diré: como no almorcé, me voy a empatar con la cena.
Craso error: para mantenerme en el peso deseado, aun en Navidad, debo establecer un plan de comidas y mantenerlo. Y eso implica no "saltar" ninguno, ni hacer trampas. Recuerde que aunque las calorías se suman a lo largo del día, no es lo mismo consumirlas en la noche que en el transcurso del día, cuando puede quemarlas con más facilidad.
5. Me prepararé antes de salir para evitar tentaciones.
Antes de salir de la casa, consumiré una pequeña cantidad de proteínas (un yogurt, queso crema, una porción de pollo, salmón, pavo o tuna en agua). Con algo en el estómago, es más fácil evitar la tentación de las picaderas, frituras y salsas para untar y haré mejores elecciones en la cena.
6. Mantendré mi cuerpo hidratado.
Con las compras y el ritmo acelerado que imponen estas fechas, fácilmente puedo deshidratarme. Lo mejor para quitar la sed, refrescarme y no aporta una sola caloría, es el agua.
7. Por mi propio bien y el de mis invitados, estaré dispuesta a hacer sustituciones
Y hago comidas más saludables. Usaré menos mantequilla y tendré versiones descremadas de la mayoría de los lácteos que utilizaré para preparar las salsas y las cremas. Si hay que espesar alguna salsa lo haré con base de vegetales, no de harina.
8. No me olvidaré de los vegetales
Incluiré opciones vegetales (cocidos, hervidos, asados…) sin necesidad de otras salsas. Quizás encuentre sorprendente que no todos están dispuestos a engordar 20 libras en un mes y hay más gente cuidándose de lo que piensa.
9. Y jamás cargaré con las sobras
Si le da pena dejar la comida, llévesela y regálela a cualquier otra persona que esté en necesidad.
10. ¡Planificaré!
La clave para sobrevivir las fiestas y no ganar peso es planificando una estrategia:
• Si tiene que llevar algo a una actividad, ofrézcase a llevar la picadera; unos vegetales, tipo crudités, con zanahorias, tomatitos cherries, hongos, apio…con un dip bajo en calorías. Coma de eso en lo que llega lo otro.
• Si ya disfrutó de un almuerzo copioso, para la cena prepárese una ensalada o un plato a base de tuna en agua.
• Salga de compras con el estómago lleno, así no tiene que pararse en algún establecimiento de comida rápida y calórica. Puede llevarse también un yogurt o una manzana para merendar.
• Sea honesto consigo mismo. Si sabe que no puede controlarse como quisiera, limite las salidas y las tentaciones. Y no tema pedir ayuda. ¡Si tiene que decir que está a dieta, dígalo!
