Gozo
El reino de los cielos en mí es mi tesoro y mi gozo.
Todos nos deleitamos cuando encontramos tesoros ocultos. Tal como un niño quien descubre monedas enterradas en la arena, encontrar riquezas inesperadas es gozoso.
Sin embargo, el mayor tesoro que podemos encontrar es el reino de los cielos en nosotros. La presencia moradora de Dios nos brinda tesoros de amor, salud y vida.
Sentimos gozo al descubrir a Dios como fuente de nuestra sabiduría, fortaleza y plenitud.
La provisión ilimitada de Dios satisface cada una de nuestras necesidades.
¡Esa verdad es un verdadero tesoro! No necesito buscar la felicidad en lo externo cuando el reino de los cielos está por siempre en mí.
El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo. Cuando alguien encuentra el tesoro, lo esconde de nuevo y, muy feliz,
va y vende todo lo que tiene, y compra ese campo.—Mateo 13:44