¿Por qué es más fácil perdonar a otra persona que perdonarse a uno mismo? Llevar consigo el terrible sentimiento de culpa, por algo que sucedió en el pasado es una carga demasiada pesada que, no podemos llevar por siempre.
¿Por qué podemos perdonar a los demás aunque estos hayan cometido delitos atroces? Mientras... ¿no podemos perdonarnos a nosotros mismos por un delito mucho menor? ¿Por qué somos tan duros con nosotros mismos?
Cuando no podemos perdonarnos, nos embarga la infelicidad, la culpa, el desasosiego, la mortificación. Estos sentimientos de infelicidad nos alejan de Dios, pues crece en nosotros un falso sentimiento que nos hace pensar que no somos merecedores de su amor.
¿Te sientes enojado? ¿Avergonzado? ¿Estas deprimido? ¿Te odias a ti mismo? ¿Por más que luches no logras encontrar la felicidad? ¿Sientes que no mereces ser feliz? ¿Tienes remordimientos?
DEBES PERDONARTE A TI MISMO. Frente a ti tienes un gran reto: tu reto consiste en aprender a hacer frente a todos estos pesares. Es necesario que aprendas a ser feliz de nuevo.
Perdonarse a sí mismo es un paso importante que debes dar para poder liberarte del pasado y, dar el gran paso, el gran salto de fe hacia las bendiciones que Dios para ti.
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