Gozo
Creo una vida de gozo.
Muchas personas tienen una respuesta fija al saludo: “Hola, ¿cómo estás?” La de algunas es: “Bien, gracias”. Mas, ¿y si mi respuesta fuera: “¡gozoso!”? ¿Cambiaría esta respuesta mi modo de pensar, y cómo me veo y veo mi vida?
Elijo vivir cada día en el gozo del Espíritu. Para ayudarme en este cometido, puedo crear un “cofre de gozo” o de recuerdos felices donde guardo fotos, poemas e historias que me hagan sonreír y que me inspiren; recortes de cosas que he hecho o deseo hacer. Elijo aquello que me deleite y emocione.
Si no me siento gozoso, voy a mi “cofre de gozo” y recuerdo todo lo que me proporciona felicidad. Al unir un día gozoso tras otro, creo una vida maravillosa y bendecida.
Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y te irá bien.—Salmo 128:2
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