Vivo
Vivo en una conciencia de Dios. Mi vida es bendecida.
Estoy viva, alerta, despierta y llena de entusiasmo por la vida. Doy gracias por este día con esta afirmación de verdad y siento emoción por descubrir las bendiciones que me aguardan.
Al sentirme viva con el espíritu de Dios, aprecio a cada persona y a todo a mi alrededor. Es como si hubieran levantado un velo de mis ojos. Veo claramente las bendiciones en mi vida, y estoy abierta a la bondad de Dios. Recibo con beneplácito nuevas oportunidades para ser un canal del bien de Dios.
Al mantener mi atención centrada en Dios, mi energía y mi sentido de propósito se avivan. Me siento viva espiritual, mental, física y emocionalmente —viva en una conciencia de Dios.
Sé que tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida, y que en tu casa, oh Señor, viviré por largos días.—Salmo 23:6
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