Gracia
La gracia de Dios me prepara para una vida de bien.
La gracia no es algo por lo cual debemos trabajar. Es un regalo gratuito e imparcial que Dios nos ofrece a todos. Cada alma es bendecida por la esperanza de la gracia infinita. La gracia de Dios es más que misericordia; es un perdón completo y un amor total e incondicional. Nos ofrece redención del pensamiento y vivir destructivos. La gracia nos revela lo Divino y nos recuerda nuestro valor innato.
Al morar en la gracia divina, nos sentimos seguros y firmes; sabemos que nuestro crecimiento y progreso están asegurados. Dicha gracia nos vuelve receptivos al camino ligero, glorioso y poderoso de la Verdad. Nos prepara para una vida que es totalmente buena.
Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios.—Efesios 2:8
Bendiciones,
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