Guía
Dios me guía hacia el logro de mis sueños.
Quizás esté seguro del destino que deseo —de mis sueños y metas— pero inseguro de cómo lograrlos. En vez de sentirme a la deriva, como barco sin timón, determino fijar un curso claro utilizando las herramientas disponibles.
La herramienta más poderosa que tengo es la oración. Del mismo modo como un capitán utiliza las estrellas como guía, confío en la sabiduría del Espíritu en mí para que me guíe. La guía divina es mi brújula interna, y sigo su dirección. Puede que consulte asesores en quienes confío y escuche atentamente sus consejos. Tal vez una ruta nueva y no prevista puede que surja para mí. La guía interna y el consejo sabio me ayudan a llegar a mi destino con facilidad y gracia.
Jehová te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma.—Isaías 58:11
Bendiciones,
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