Libertad
Al dejar ir cualquier pensamiento de limitación, soy libre.
Celebro la libertad en mi vida —así como lo hicieron los israelitas cuando cruzaron con éxito el Mar Rojo y se liberaron de las cadenas de la esclavitud.
Por 40 años antes de que los israelitas llegaran a la Tierra Prometida, Moisés los guió por el desierto. A veces, puede que me sienta perdido en mi viaje. Durante ocasiones de cambio —un nuevo trabajo, una nueva relación personal o un nuevo lugar para vivir— quizás necesite liberarme de las cadenas que me atan. Al dejar ir pensamientos de baja autoestima o de no sentirme capaz, y dejar ir la culpa, reclamo mi libertad.
Nada puede impedir que sea todo aquello para lo cual fui creado. ¡Soy sano y libre!
Los tomaré como mi pueblo, y seré su Dios; y ustedes sabrán que yo soy el Señor, su Dios, que los libró de los trabajos pesados en Egipto.—Éxodo 6:7
Bendiciones,
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