Consuelo
Nunca estoy separada del amor y el consuelo de Dios.
No podemos estar donde Dios no esté. Dios está en la oscuridad y en la luz; en la cima de la montaña más alta y en la cueva más profunda; en la tormenta y en la suave brisa.
Quizás piense que estoy separada de Dios —pero en realidad, Dios está aquí conmigo.
Con un pensamiento, una oración o el despertar de mi corazón, tomo conciencia de la presencia amorosa del Espíritu.
En este mismo momento, recibo consuelo a medida que la paz me inunda.
Estoy envuelta en amor divino e incondicional, y me siento segura y a salvo. Cuando esté lista, consideraré el próximo paso; mas por ahora, descanso en la Presencia.
Si tomara las alas del alba y habitara en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano y me asirá tu diestra.—Salmo 139:9-10
Bendiciones,
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