Generosidad
Doy con amor y generosidad.
La generosidad verdadera significa dar sin esperar recompensa. La bendición surge del acto de dar en sí. Compartir mi tiempo, mi talento y mis tesoros con los demás es un placer, y lo hago con amor y generosidad.
Ser amable, amistoso, alegre; escuchar con compasión; permitir que alguien sepa que no está solo —estos son los regalos más generosos que puedo compartir. Cuando el dar está respaldado por la sabiduría y el amor, es una bendición divina.
Al dar, me convierto en un canal por medio del cual los dones de Dios se expresan en el mundo. Las bendiciones de Dios son abundantes; así que doy sin reserva. Permito que Dios se exprese por medio de mí de maneras generosas y amorosas.
El alma generosa será prosperada.—Proverbio 11:25
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