Libre
Tomo decisiones saludables para ser mental y emocionalmente libre.
Las malas elecciones pueden llevarnos a hábitos o patrones de conducta que no son saludables y que impiden nuestro crecimiento espiritual. Puede que hasta nos lleven a abdicar nuestro poder personal. Si observo tales patrones en mí, determino reclamar mi poder y mi libertad.
Me visualizo cortando las cuerdas de las creencias falsas y los hábitos destructivos. Afirmo: Las ideas y conductas limitantes no tienen poder sobre mí. ¡Soy libre mental y emocionalmente! Al aprender de mis errores y aplicar lo que he aprendido, soy libre para ser lo mejor y más auténtico que pueda. Estoy facultado para interactuar con los demás de maneras positivas. Mi nueva libertad promueve elecciones cabales y constructivas.
Pero el Señor, que es justo, me ha librado del dominio de los malvados.—Salmo 129:4
Así es, que tengan lindo día,
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