Aprendo a callar, pues callando escucho mas, y mi boca no tapa el murmullo, de aquel que jamás sabrá, que la prueba no ha sido para él, sino, para aquél que sabe escuchar.
Mas que decir, mas que odiar y señalar, la propia mano que te señala, por eso... mejor hacer, mejor amar, sin importar cuanto entendamos de todo esto, esperando, que algún día puedas saborear, lo que he aprendido...
cuesta... fácil es perderlo, lo que te ha costado tanto llegar.
Cuando entendamos el dispositivo que tiene la creación como elemento de evolución, sabremos en obra lo que deberemos hacer consecutivamente, ello es lo que nos llevará al éxito,
sin importar lo que circule en alrededor, no siendo presa fácil de las criaturas que crean las mentes perversas.
Asi conscientes de los planos, nuestra maestría de individuo naturaleza, Dios se manifiesta en ti, como sabia de luz blanca dorada, por tus venas etéreas, y te conviertes para ser;
para que, sin entender entendamos, y de puja en fricción y tiempo, del despertar, el propio diamante humano, de amaneceres en el yo superior, elevando en pensamientos hacia el eterno,
para ver la maravilla de su creación. Y su amor...
Mirando las estrellas me di cuenta que en cada una de ellas existe un paraíso.
Mirándolas descubrí la infinidad de cosas que nos perdemos. Ellas, que están allá, tan lejos, al menos sobreviven con su pequeño brillo; y nosotros aquí, tan llenos de todo, nos sentimos morir cuando algo se termina.
Comprendí el poco valor que le damos a la vida, cuando ésta nos quita cosas pensamos que es injusta y olvidamos que sin ella no seríamos quienes somos...
Pide y recibirás… Busca y encontrarás… Llama y la puerta se abrirá… Porque quien pide recibe; quien busca encuentra; y a quien llama se le abre la puerta.
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