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está creado, para intentar ser el momento relax romántico y de vida natural,donde puedas sentir y plasmar unos minutos de profundidad a la vida,al amor,los detalles del diario vivir y a las cosas que hacemos deseamos sentimos y llevamos dentro ,donde somos capaces de llevar en el corazón, un sentir y una razón sin miedo donde la esperanza es el valor de nuestro existir llevando el amor, la fe y gritarlo en cada sol de cada amanecer de un nuevo día.....te digo!!! no solo camines ..vuela lo mas alto que puedas ¡animo!tu puedes...

sábado, 6 de julio de 2013

REFLEXION PARA HOY



El dueño de una tienda estaba poniendo en la puerta un cartel que decía: "Cachorros en venta". Como esa clase de anuncios siempre atrae a los niños, de pronto apareció un pequeño y le preguntó:
-¿Cuál es el precio de los perritos?

El dueño contestó:
-Entre treinta y cincuenta dólares.

El niñito se metió la mano al bolsillo y sacó unas monedas.
-Sólo tengo $2,37. ¿Puedo verlos?

El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió una perra seguida por cinco perritos, uno de los cuales se quedaba atrás. El niñito inmediatamente señaló al cachorrito rezagado.

-¿Qué le pasa a ese perrito? -preguntó.
El hombre le explicó que el animalito tenía la cadera defectuosa y cojearía por el resto de su vida. El niño se emocionó mucho y exclamó:
-¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!

Y el hombre replicó:
-No, tú no vas a comprar ese cachorro. Si realmente lo quieres, yo te lo regalo.

El niñito se disgustó y, mirando al hombre a los ojos, le dijo:
-No, no quiero que usted me lo regale. Creo que vale tanto como los otros perritos, y le pagaré el precio completo. De hecho, le voy a dar mis $2,37 ahora y cincuenta centavos cada mes, hasta que lo haya pagado todo.

El hombre contestó:
-Hijo, en verdad no querrás comprar ese perrito. Nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros.

El niñito se agachó y levantó su pantalón para mostrar su pierna izquierda, retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo:
-Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda.

El hombre se mordió el labio y, con los ojos llenos de lágrimas, dijo:
- espero que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú.

En la vida no importa quiénes somos, sino que 


alguien nos aprecie por lo que somos, nos 

acepte y nos ame incondicionalmente.

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