..La vida no es ni dicha ni desdicha.
La dicha y la desdicha son nuestras interpretaciones, nuestras actitudes, nuestros enfoques, cómo nos la tomamos.
Es tu mente: cómo se toma la vida.
Es tu mente: cómo se toma la vida.
Recuerda y analiza tu propia vida. ¿Has tomado en consideración los momentos felices, las alegrías, las satisfacciones, los vislumbres dichosos?
No los has tenido nada en cuenta, pero has tenido muy en cuenta tu dolor, tu sufrimiento, tu desdicha, y sigues acumulando. Eres un infierno acumulado, y esto es tu propia elección.
Nadie más te está forzando a estar en este infierno; es tu propia elección. La mente toma lo negativo, lo acumula y se vuelve negativa ella misma.
Y entonces es una desdicha que se perpetúa a sí misma. Cuanto más cosas negativas tienes en la mente, más negativo te vuelves, y más cosas negativas se acumulan.
Lo similar atrae a lo similar, y esto ha sido así durante vidas y vidas. Te lo pierdes todo debido a tu enfoque negativo...
En cualquier cosa en que encuentres satisfacción, en el acto que sea, cristalízala...
En cualquier cosa en que encuentres satisfacción, en el acto que sea, cristalízala...
¡En lo que sea! No hay condiciones: ¡en lo que sea! Ves a un amigo y te sientes feliz; te reúnes con la persona a la que amas y te sientes feliz: cristaliza esto. Sé feliz en ese momento, y convierte esa felicidad en una puerta.
Entonces estás cambiando la mente, y empezarás a acumular felicidad.
Tu mente se volverá positiva, y el mismo mundo parecerá diferente...
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