Me cuesta comenzar
este día porque sé
que es una nueva tarea, un nuevo compromiso,
un nuevo esfuerzo. Porque te amo, quiero
comenzar este día con entusiasmo, con alegría,
en mi propia persona.
Gracias, Señor Jesús, por este nuevo empezar.
Gracias, Señor Jesús, por tu presencia,
tu amor y compañía en este caminar
de mi existencia.
Quiero sembrar paz, solidaridad y amor
entre mis hermanos.
Que cuantos se me allegan, ninguno deje
de escucharme algo que pueda serle útil.
Que ninguno note debilitada su fe en sí mismo.
Que ninguno se retire sin alivio en sus dolores
y dificultades. Déjame sentir tu honda paz,
presente en cada experiencia en la armonía
de vivir.
Guárdame de palabras ociosas y vanas fantasías.
Calma la carrera de mi mente para que mis
pensamientos tengan claridad y la
luz de tu Santo Espíritu me ilumine en cada
instante de este día.
Bien sé Señor que esta tarea la comienzan
cada día muchos hermanos de
cualquier punto de la tierra y eso me alienta y empuja.
También te pido por ellos y con ellos te digo:
BUENOS DÍAS SEÑOR JESUS.
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