Falta
poco para ese día tan especial. Más allá del plato que vamos a presentar, de los regalos o de los invitados miremos nuestro interior.Busquemos esa paz que por momentos parece perdida en este mundo tan agitado.
Hagamos un pequeño balance de nuestra vida y tratemos de cortar esas ramas que nos deforman, que no nos permiten lograr esa felicidad tan ansiada.
Eliminemos esos residuos que quedaron pegados en nosotros y que no nos dejan ver el lado lindo de la vida porque nos hacen estar en tinieblas.
Limpiemos nuestro corazón y "no nos olvidemos quién es el que viene, por qué viene, adónde viene y de dónde viene".
Navidad es gozo, alegría, época de dar, de darnos, pero también es tiempo de dar gracias, de pedir perdón, de hacer propósitos nuevos para renacer a una nueva vida muy cerca de Jesús".
Si vagas por el mundo buscando el espíritu de la Navidad, no lo verás. La Navidad se ve con el corazón. d/a
Con Amor a mi Niño Jesús
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