Lo importante no es lo que tengas sino a quien tienes en la vida, porque la vida es simple, sólo recibes lo que has dado y para ser feliz sólo tienes que olvidar el pasado. Debes saber que justo cuando te sepas todas sus respuestas, la vida te cambiará las preguntas.
Pero no te rindas, nunca hay mal que por bien no venga, ten claro que hace más el que quiere que el que puede y sobre todo no olvides que da igual lo que pierdas mientras que lo que realmente importa no lo hayas ganado. La vida no es una carrera de velocidad, sino de resistencia.
Debes aprender que cuanto más desees algo más te costará conseguirlo pero que muchas veces no veas tu objetivo no significa que esté lejos.
Hay dos tipos de personas, las que consiguen lo que quieren y las que no se atreven a conseguir lo que quieren. Si alguna vez decides rendirte recuerda por lo que estabas luchando; ser valiente no significa no tener miedo, sino avanzar aún teniéndolo.
Siempre que se interpongan en tu camino debes decir: “dime que no puedo hacerlo y tendré un motivo más para intentarlo”. Inténtalo, no tienes nada que perder, sólo lo recordarás si sale bien.
Debes entender que todos los días son iguales, hacerlos especiales está en nuestras manos.
Piensa si de verdad mereció la pena esconder tu sonrisa algunos días por tonterías sin importancia; a veces pagamos un precio muy grande por una tontería.
Aprenderás que la grandeza no se mide por lo que tienes sino por lo que puedes dar, que a veces la mejor decisión no es la que tienes que tomar, sino la que debes evitar. No olvides que rendirse nunca fue una obligación y que cuando pienses “no puedo más” es el momento de decir “ahora o nunca”.
Una gran verdad: Un hombre se puede equivocar muchas veces, pero no se convierte en un fracaso hasta que empiece a culpar a un tercero por sus propios errores.
La derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce.
Recuerda; los sabios son sabios porque cuando habló alguien más sabio que ellos supieron estar escuchando. Ya sabes, si quieres recoger miel no des patadas a la colmena. Pero debes comprobar por ti mismo que para ser viejo y sabio primero hay que ser joven y estúpido.
Porque hay cosas que nunca entenderás por mucho que lo intentes. Porque las cosas perdidas siempre acabarán apareciendo cuando no las estés buscando. Porque una pocas palabras pueden hacer que siempre que las recuerdes seas feliz.
Sé listo, las personas inteligentes son capaces de simplificar lo complejo; los tontos, en cambio, suelen complicar lo sencillo.
Sé fuerte a pesar de que a veces el dolor te corrompa.
Una gran verdad: las personas fueron creadas para ser amadas y las cosas para ser usadas. La razón por la que el mundo está en caos, es porque las cosas están siendo amadas y las personas usadas. Otra: Cuando lloras y te abrazan, lloras aun más.
Dos consejos: No tomes decisiones cuando estes cabreado, ni hagas promesas cuando estés feliz. Pero ten claro que quien menos se arrepiente es quien más se equivoca.
Aprenderás que los verdaderos héroes son aquellos que están en la sombra sin esperar ningún reconocimiento público. Y que un verdadero hombre no es aquel que seduce a todas las mujeres, sino aquel que es capaz de cuidar a una sola.
Algún día llegarás a entender que una persona puede sentirse sola aunque mucha gente la quiera.
Sentirás que en algunos momentos no puedes decirle a nadie como te sientes. No porque no confíes en ellos, sino porque nunca encontrarás las palabras adecuadas para que lo puedan comprender.
Y algún día comprenderás que no hay mayor dolor que el que sientes al ver sufrir a lo que más quieres. Pero no te rindas, cada vez que sientas que la tristeza te persigue, déjala entrar a
tu vida, que con ella aprenderás a ser fuerte.
Llegará un momento en el que sólo quieras en tu vida a las personas que te demuestren que te quieren en la suya porque la experiencia se encargará de enseñarte que los amigos se cuentan
con los dedos de una mano; lo que realmente vale la pena suele encontrarse en aquellas personas que son distintas a los demás.
Pero no por tener nuevos amigos hay que dejar de lado a los viejos, no lo olvides.
Una gran verdad: Una persona muere cuando muere la última persona que la conoció, y recuerda que lo que más te irrite ahora puede ser lo que más eches de menos cuando desaparezca.
No te precipites en tomar decisiones, más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto.
No seas necio y aprende a callar, así el día que hables todos te escucharan.
Si un día piensas
que sobras, recuerda...
En algún lugar del mundo hay alguien a quien le haces falta ...
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