CARTA DE UN ANGEL A SU PADRE
Quiero decirte entre las estrellas más hermosas, entre las nubes, que estoy bien, aquí solo hay paz, amor y perdón...
No te pongas triste por mi ausencia, no me he ido de tu lado, simplemente que ahora no me puedes ver como antes, ni puedes oír mi voz, pero estoy contigo a toda hora, en cada latido de tu corazón, en cada lágrima que derramas por mí.
Pero Sabes? te las he secado con mis manos y con mis besos pero no te das cuenta, el dolor y el no aceptar que no estoy físicamente, no deja que me veas.
Sabes bien que ésta es la ley de la vida. No culpes a nadie.
No te sientas culpable por nada, si no me diste un abrazo cuando tuviste tiempo, si no me dijiste cuánto me amabas, olvídalo!, tu dolor lo dice todo; anda piensa que estoy bien, sonríe cuando te acuerdes de mí.
Recuerda los mejores momentos que compartimos, las veces que reímos juntos. No recuerdes cómo fue mi partida, eso te hace mucho daño, desangra tu alma y tu corazón.
No te tortures más. Cuando te sientas solo, alza tu mirada al cielo, no importa si es de día, me verás en la nube que este más cerca, y si es de noche, simplemente busca la estrella más grande, la que brille más... Ahí estaré viéndote, y mi titilar te responderá.
Acuérdate que no fue un adiós que nos dijimos, fue simplemente un hasta luego.
Quizás sea pronto nuestro encuentro, quizás pasen muchos años para volvernos a encontrar, pero si te aseguro que ese encuentro entre nosotros es lo único que tenemos seguro.
No me llores más que eso me pone muy triste y aquí en este lugar no aceptan las tristezas.
No me mojes mis alas con tus lágrimas, muchas veces me impides despegarme de la tierra al lugar donde realmente pertenezco.
Nadie puede decirle a Dios por qué se fue tan pronto, nadie puede reprochar a Dios por enviar a un ángel a buscarme
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