ARIESGATE A REIR
Aunque reír es arriesgarse a parecer un tonto...
— con Margarita Ruiz. Aunque llorar es arriesgarse a parecer sentimental...
Aunque acercarse a alguien es arriesgarse a involucrarse...
Aunque mostrar tus sentimientos es arriesgar tu yo interior...
Aunque exponer tus ideas o tus sueños a una multitud es arriesgarse a perderlos...
Aunque amar es arriesgarse a no ser amado de la misma manera...
Aunque vivir es arriesgarse a morir...
Aunque desear es arriesgarse a ser defraudado...
Aunque intentar es arriesgarse a fallar...
A pesar de todo, debes arriesgarte.
Debes correr los riesgos simplemente porque el más grande de los peligros de la vida es no arriesgarse.
Las personas que no arriesgan nada o nunca tienen nada, no hacen nada.
Tal vez podrán evitar el sufrimiento y la tristeza, pero no logran aprender, sentir, cambiar, crecer o vivir.
Prisioneros de sus temores, son esclavos que han renunciado a su libertad, pues sólo cuando una persona se arriesga, es libre.
Los pesimistas se quejan del viento; los optimistas esperan confiadamente que los vientos cambien de dirección y los realistas, ajustan sus velas en la dirección correcta.
Arriésgate...
Es cierto, que puedes perder ¿Pero has pensado en lo que puedes ganar?
Aunque reír es arriesgarse a parecer un tonto...
— con Margarita Ruiz. Aunque llorar es arriesgarse a parecer sentimental...
Aunque acercarse a alguien es arriesgarse a involucrarse...
Aunque mostrar tus sentimientos es arriesgar tu yo interior...
Aunque exponer tus ideas o tus sueños a una multitud es arriesgarse a perderlos...
Aunque amar es arriesgarse a no ser amado de la misma manera...
Aunque vivir es arriesgarse a morir...
Aunque desear es arriesgarse a ser defraudado...
Aunque intentar es arriesgarse a fallar...
A pesar de todo, debes arriesgarte.
Debes correr los riesgos simplemente porque el más grande de los peligros de la vida es no arriesgarse.
Las personas que no arriesgan nada o nunca tienen nada, no hacen nada.
Tal vez podrán evitar el sufrimiento y la tristeza, pero no logran aprender, sentir, cambiar, crecer o vivir.
Prisioneros de sus temores, son esclavos que han renunciado a su libertad, pues sólo cuando una persona se arriesga, es libre.
Los pesimistas se quejan del viento; los optimistas esperan confiadamente que los vientos cambien de dirección y los realistas, ajustan sus velas en la dirección correcta.
Arriésgate...
Es cierto, que puedes perder ¿Pero has pensado en lo que puedes ganar?
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