
Aprendo a callar, pues callando escucho mas, y mi boca no tapa el murmullo, de aquel que jamás sabrá, que la prueba no ha sido para él, sino, para aquél que sabe escuchar.
Mas que decir, mas que odiar y señalar, la propia mano que te señala, por eso... mejor hacer, mejor amar, sin importar cuanto entendamos de todo esto, esperando, que algún día puedas saborear, lo que he aprendido...
cuesta... fácil es perderlo, lo que te ha costado tanto llegar.
Cuando entendamos el dispositivo que tiene la creación como elemento de evolución, sabremos en obra lo que deberemos hacer consecutivamente, ello es lo que nos llevará al éxito,
sin importar lo que circule en alrededor, no siendo presa fácil de las criaturas que crean las mentes perversas.
Asi conscientes de los planos, nuestra maestría de individuo naturaleza, Dios se manifiesta en ti, como sabia de luz blanca dorada, por tus venas etéreas, y te conviertes para ser;
para que, sin entender entendamos, y de puja en fricción y tiempo, del despertar, el propio diamante humano, de amaneceres en el yo superior, elevando en pensamientos hacia el eterno,
para ver la maravilla de su creación. Y su amor...

Mirando las estrellas me di cuenta que en cada una de ellas existe un paraíso.
Mirándolas descubrí la infinidad de cosas que nos perdemos. Ellas, que están allá, tan lejos, al menos sobreviven con su pequeño brillo; y nosotros aquí, tan llenos de todo, nos sentimos morir cuando algo se termina.
Comprendí el poco valor que le damos a la vida, cuando ésta nos quita cosas pensamos que es injusta y olvidamos que sin ella no seríamos quienes somos...
Pide y recibirás… Busca y encontrarás… Llama y la puerta se abrirá… Porque quien pide recibe; quien busca encuentra; y a quien llama se le abre la puerta.






![Foto: Es fácil considerar al nacimiento como algo bueno y a la muerte como algo malo. Para muchos el amanecer es algo bueno, mientras que el anochecer significa que el día ha acabado. Sin embargo, tu amanecer es el anochecer en otro lugar, y tu anochecer es el amanecer en otra parte. No es ni bueno ni malo. Pero no entendemos las cosas que no son ni buenas ni malas. Todo ha de ser bueno o malo. No obstante, hay cosas que ni son buenas ni malas; son, sencillamente, lo que son.
El río no fluye a causa de ti ni corre porque eso te perjudique o te beneficie. Fluye porque ésa es su naturaleza y lo hace desde las montañas al mar. De hecho retorna al lugar del que, en realidad, partió. Cada gota ascendió desde el océano y luego cayó en forma de lluvia. Se almacenó durante el invierno como nieve y al llegar el verano se derritió: el río comenzó a formarse gota a gota y luego fluyó.
Lo que ves es el río, pero ¿sabías que durante la mayor parte de su existencia no tiene esa forma? Estaba allí arriba o almacenado como nieve en las montañas. Su período más breve es cuando lo ves como río, fluyendo, de regreso al océano. ¿Es eso algo bueno? No. ¿Es malo? Tampoco. Sencillamente, es.
El nacimiento te da la existencia, la muerte te la arrebata. Eso son hechos. No tiene importancia que seas hindú, musulmán, judío, cristiano o budista, para todos es igual: el nacimiento te trae, la muerte te lleva.
En medio de los dos está la vida, frágil, muy frágil. ¿Cómo se manifiesta? Un aliento tras otro; no dos, ni tres, ni cuatro, sólo uno. Ése es el milagro que sucede cada día, cada momento de tu vida. Y que suceda ese milagro es lo que permite que hagas todo lo que puedes hacer. Puedes intentar olvidarlo o perderte en filosofías e ideas o dedicarte a buscar otros milagros. Puedes buscar explicaciones a la vida, mientras la vida se manifiesta ante tus propios ojos. Delante mismo de ti está ocurriendo la danza más hermosa.
[Prem Rawat. Maharaji]](http://sphotos-f.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-ash3/p480x480/10648_676689122348525_1782333763_n.jpg)
