Nuestros valores fundamentales se formaron hace largo tiempo y lo más seguro es que los tengamos por el resto de nuestras vidas.
Lo mismo pasa con nuestra pareja. Puesto que ninguno de los dos estará dispuesto a cambiar estos principios fun
damentales, será de ayuda que sean compatibles.
Las relaciones sólidas se basan en la confianza y en la comunicación; la confianza y la comunicación se basan en los valores compartidos. Cuando uno tiene creencias similares, se siente más seguro de compartir los pensamientos y los sentimientos, y también siente que es más fructífero hacerlo.
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