Casi nunca agradecemos
por aquellas cosas
que ocurren en nuestras vidas,
por aquellas cosas
que ocurren en nuestras vidas,
si son buenas decimos :
es que yo lo merecía;
pero si no son tan buenas
repetimos una y otra vez :
es que porqué me pasó ésto a mi !
repetimos una y otra vez :
es que porqué me pasó ésto a mi !
lo que a veces no llegamos a comprender
es que sí era para nosotros
y que el destino
o nosotros mismos lo escogimos;
tal vez sólo nos suceda
porque nos debía de pasar
para crecer como seres humanos,
como individuos que estamos
inmersos dentro de una sociedad,
que no es la que deseamos
que no es la que deseamos
pero simplemente ahí está
y lamentablemente no la podemos cambiar
y lamentablemente no la podemos cambiar
como por arte de magia.
Sinceramente buena o no tan buena,
considero que hay que dar gracias
y ¿porque no? dar gracias por aquellas cosas
no tan buenas porque es ahí
en donde se crece intelectualmente
y se forma cada una
de nuestras propias vivencias,
de nuestras propias vivencias,
en otras palabras maduramos y crecemos.
Esos sucesos es en donde
a mi peculiar punto de vista
¡ lo que le da sentido a la vida!
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