Armonía
Ofrezco armonía a mis relaciones personales.
Cuando deseo resolver un conflicto entre otra persona y yo, no malgasto mi tiempo ni mi energía culpando a alguien. Comienzo por poner el desacuerdo en el pasado, donde debe estar. En vez de reaccionar emocionalmente, respondo partiendo del amor de Dios en el centro de mi ser.
Quizás no sea capaz de reparar una relación personal por mí mismo, pero puedo orar para ofrecer armonía a la situación. Con paz y compasión en mi corazón, acepto que las personas pueden estar de acuerdo en tener opiniones contrarias.
Al expresar el amor de Dios por medio de mis palabras y acciones, aliento a los demás a permitir que su amor interno resplandezca.
¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí!—Salmo 51:10
“se feliz”
"Nadie puede ser feliz si no se aprecia a sí mismo"
| |||
No hay comentarios:
Publicar un comentario