Orden divino
Comienzo con Dios y todo está en orden.
Contar es la primera demostración de orden que aprendemos cuando niños, y cuando contamos, siempre comenzamos con el número uno. Para alinear mi vida con el orden divino, comienzo con uno —Un Poder, Una Presencia, Un Espíritu— Dios.
Dirijo mi atención a la única Fuente de curación, abundancia, consuelo y paz. Inmerso en la presencia pura del Ser, recibo inspiración para tomar acción. Nuevas ideas son plantadas en el suelo fértil de mi imaginación.
El Espíritu me guía a soltar lo que necesito dejar ir y atender lo que necesito sustentar. Veo, con nueva claridad, lo que he aprendido de experiencias pasadas. Confío en que Dios me revela la sabiduría del momento presente. ¡Nada está fuera de lugar cuando comienzo con el Uno!
En el principio era el Verbo.—Juan 1:1
Bendiciones,
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