Una de las plegarias más profundas que puedes susurrar en lo profundo de tu Ser es:***Padre, que se haga Tú Divina Voluntad*** Luego déjala ir y permite que Dios trabaje contigo.
Cuando pronuncias la Oración con toda Sinceridad e Integridad, te pones en alineamiento con el Espíritu y el Plán que Dios tiene para tí en esta Vida y para toda la Eternidad.
¡Sólo entregáte a ÉL!".
“ Gracias Dios por darme problemas, porque le dan un sentido a la vida. Gracias por hacerme imperfecta, porque una vida llena de perfección no seria vida.
Gracias por no darme todo lo que te pido, porque eso hace que me esfuerce más para conseguir eso que tanto quiero. Gracias por poner límites, porque eso me ayudo a no ser ambiciosa.
Gracias por las veces que me he equivocado, porque eso me fortaleció, al igual que todas las críticas y burlas que me han hecho. Gracias por hacerme diferente, gracias por todo… ”
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