El silencio de Dios es excelente, nos ayuda a formar nuestro carácter y a comprender las bendiciones de su voluntad, plan y propósito para nuestra vida. Su distancia aparente se convertirá en nuestra oportunidad para buscarlo con más intensidad.
El Señor dice: “Amados, han cruzado el puente de la transición hacia el nuevo tiempo y entrado a través de la puerta que ha abierto el camino frente a ustedes. Sin embargo, se han encontrado con niebla de modo que no pueden ver a más de un paso delante de ustedes.
Yo les digo: No teman, no permitan que los sentimientos de inseguridad los alcancen. Están en un lugar de silencio, pero eso dará lugar a un tiempo de purificación y de preparación para lo que está por venir, dice el Señor.”
Job 23:8-12 »Si me dirijo hacia el este, no está allí; si me encamino al oeste, no lo encuentro. Si está ocupado en el norte, no lo veo; si se vuelve al sur, no alcanzo a percibirlo. Él, en cambio, conoce mis caminos; si me pusiera a prueba, saldría yo puro como el oro.
En sus sendas he afirmado mis pies; he seguido su camino sin desviarme. No me he apartado de los mandamientos de sus labios; en lo más profundo de mi ser he atesorado las palabras de su boca. - 17 Con todo, no logran acallarme las tinieblas ni la densa oscuridad que cubre mi rostro.
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