Orden divino
Las puertas de las oportunidades se abren de maneras ordenadas y divinas.
Si las nuevas oportunidades no se han manifestado como lo esperaba, recuerdo permanecer en calma. En este estado de serenidad, dejo ir el desconsuelo y confío en el orden divino. Un gran alivio me inunda y disipa toda incomodidad.
Con nuevo optimismo, veo que el orden divino se desenvuelve con eficiencia perfecta en el momento correcto. Un encuentro fortuito puede llevarme a la persona o circunstancia que tiene la clave para una nueva oportunidad para mí.
No importa cómo o por qué nos hemos encontrado —tengo fe en que el encuentro ocurrió por cita divina y en orden divino. Con expectativa, veo que la puerta del bien se abre ante mí ahora.
He puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar.—Apocalipsis 3:8
“se feliz”
No hay comentarios:
Publicar un comentario